Siento amor por mi pueblo, creo que es un secreto a voces. Quien me conoce sabe lo mucho que valoro el haber podido crecer en un entorno tan privilegiado, tan tranquilo y tan lleno de naturaleza. Desde las ventanas de mi hogar puedo disfrutar de las montañas, de los árboles, de verde. Y solo tengo que bajar de casa para poder disfrutar en segundos de un paseo de esos reconfortantes.
Ahora, como madre, saber que Nico puede crecer en mi mismo entorno hace que mi felicidad se multiplique. Enseñarle a querer este lugar que siempre me dio tanto. El poder pasear y ver diariamente animales, naturaleza cuando vivimos en un mundo de tecnologías, de demasiados estímulos que ya maman también desde pequeñitos, hace que sienta algo de alivio. Quiero y deseo que sienta que pertenece a este lugar y quiero y deseo que viva los mejores años de su vida. En el colegio, con el grupo de amigos que ya está empezando y se forjará con el paso de los años.
Esta sesión la hice en Invierno pero en unos días donde disfrutamos de un sol maravilloso y donde Es Capdellà brillaba aún más. A Nico le encanta llevarse su moto y yo aprovecho para meterle por todos aquellos lugares donde siempre voy cuando quiero desconectar de todo. Recolectamos algunas flores y hojas que luego guardamos en nuestro cuaderno para recordar. Olemos y respiramos a leña, a aire puro. Y vamos a darle de comer a un burrito, caballos, cabras y gatitos que siempre nos dan la bienvenida con los brazos abiertos.
¿nos acompañáis?
Qué bonito Lorena! Es una suerte vivir en un entorno así, no me extraña que estés enamorada de tu pueblo… tiene un encanto especial!! Como tus fotos!!!Para mí,eso es tener calidad de vida!! 🙂 un besito!!!