Me he sentido sola
muchas veces.
Sola desde adentro,
la parte más profunda e íntima de una persona.
Ese lugar que ni tú misma sabes donde se encuentra.
Allí he estado mucho tiempo. Vagabundeando, perdida,
completamente perdida.
El otro día leí que un médico decía que si un profesor no entendía que había 8 tipos de inteligencia,
es que tenía un gran problema.
Lo que se le olvidó decir es que los verdaderamente jodidos somos nosotros,
los que a priori no encajamos,
y en parte ya fuimos juzgados.
Los que llevaremos clavado a fuego que somos diferentes y que ser diferente, no ahora, pero hace años, todavía no estaba bien visto.
Nacimos con una tara que hace que veamos las cosas con otro prisma,
que parece estar siempre en contra de lo que dice y da por buena la sociedad.
Me aburro, me indigna que otros, por ser mayores, ejerzan ese poder absurdo de querer ver solo un tipo de realidad,
y que lo demás tengan que seguirlo.
Querer a un mismo Dios, querer casarse por la iglesia, tener que formar una familia para que los abuelos críen a tus propios hijos que tanto te costó tener.
Que un hijo ni siquiera nos pertenece, pero nos podemos permitir el lujo de querer ser nosotros quiénes le demos todo. Lo acunemos, lo alimentemos, decidamos sobre su educación, de cómo y cuándo, de lo que queramos transmitirle.
Y que también está bien no tenerlos. La vida es igual de maravillosa y atroz sin ellos.
Que la vida está llena de compromisos y se siguen a rajatabla, que siempre te tratarán como a un adolescente. Y tú te mueres por gritar.
Si.
Yo soy una rebelde.
Una rebelde a medias,
que aprendió a atarse las extremidades y a coserse la boca para no hacer mucho ruido.
Y no hacer pasar vergüenza a los demás.
Maldita mania la mía,
no querer hacer sentir mal a los demás.
¿Acaso los demás reparan algo en sus palabras?
A mi YO de hace unos años,
qué carajo!, a la de ahora que todavía necesita escucharlo.
Le diría que,
«Está bien no saber que quieres hacer en la vida. Soñabas con muchas cosas. Lo más valiente que hiciste es empezar a seguir tus instintos. Y lo hiciste.
que está bien perderse, querer encontrarse, hacer un viaje interior para lograr extraer lo que verdaderamente somos.
¿sabes cuántas personas mueren sin saber quiénes son?
Que vuelvas a ser amiga de aquella chica que se sienta sola en el patio a merendar, que siempre se sienta en el primer asiento del autobús porque atrás se van los guays, los que todos quieren ser.
Que lo vuelvas a hacer una y mil veces. Que le tiendas la mano, le abras tu corazón, aunque luego desaparezca,
y sientas que con su huida se llevaron un trocito de ti.
No pasa nada,
todo está bien.
Que la inteligencia y el valor de una persona se mide en bondad. Siempre.
No en estadísticas ni números,
no en diplomas universitarios.
No en años de experiencia.
No creyendo encajar cuando por dentro no sabes ni cómo llegaste allí.
Que no pasa nada por haberte perdido en esa búsqueda y que ciertas circunstancias
te llevasen a pasar una larga depresión.
En tus mejores años,
en los años donde todos tienen ganas de comerse el mundo
y se lo comen.
A ti te engulló bien. Dios, te devoró.
Que jodido, lo sé.
Pero no pasa nada
todo está bien.
Que cuesta levantarse, que ya no sabes cómo emplear tus herramientas,
ni siquiera sabes si las conservas. Y a tus casi 36 años tienes que volver a renovarte y empezar sin saber dónde y cómo
y tú sientes que hace años deberías haberte establecido y no pudiste.
Que de repente el mundo era un lugar inhóspito para ti
porque lo abandonaste durante 6 largos años.
Sin pastillas que frenasen ese huracán de pensamientos
y te devolvieran un poco de cordura.
Que salías a la calle siendo invisible. Creías que los demás no te veían.
Que muchos sufrieron contigo
y sientes que les debe el doble que los demás.
Siempre pensando que tú tenías que hacer el doble que los demás.
¡Ey, tú!, que crees conocerme,
que apenas doy conversación y se mantiene a veces al margen,
¡oye, tú! que pasé mucho
pero no conté. No tenía por qué, aunque tampoco te diste cuenta.
Que soy fuerte porque he dejado mucho dolor atrás.
Que soy inteligente.
Mucho,
pero tremendamente humilde.
Que tengo opinión de todo. Mucho más de lo que piensas.
Que hago grandes cosas, que siento y escribo a partes iguales,
con honestidad.
Porque nunca quise ser alguien que no era.
Que fui madre después de mucho dolor, no sólo físico, hay historias de superación que jamás serán contadas.
Que quiero y deseo que mi hijo Nico sea libre
y exprese.
Que nosotros abrazaremos su inteligencia,
da igual el tipo que sea.
pero no dejaré que se sienta mal por ello
ni que tenga miedo a ser quién su interior le susurre a gritos.
y que tranquila,
que todo está bien.
Y si alguna vez no,
lo estará».
Madre mía Lorena!! Qué bonito! No tengo palabras! No sabes lo gratificante que es leerte! Gracias por compartir tanta sinceridad, tanta realidad y por mostrarte como eres. De verdad creo que eres una persona maravillosa de esas que no se encuentran fácilmente!
Un besito!
Muchas gracias a ti,ERika por leerme. Por tus palabras. No merezco esos adjetivos, pero que haya gente que vea luz en las personas es algo tan bonito, que mil gracias.
Un beso enorme!
Hola Lorena!
Me ha emocionado leer tus palabras por lo mucho que me he sentido reflejada con tus séntimientos.
Espero y deseo que todo se quede atrás y sólo nos acompañe lo bueno de esta vida para ser feliz con nuestra familia. Un beso enorme
Gracias Joana por haberte pasado por aquí y comentarme.
Si, muchas cosas buenas nos esperan. Y más ahora con nuestros pequeños.
Un beso.
Desde el otro lado del mundo llegue aca buscando una receta de galletitas de avena con harina de arroz, y no solo encontre eso si no tambien la sincronicidad de leer a alguien a miles de km de distancia con vivencias tan parecidas. A mis 32 años me siento en un estado tan similar,la depresion tambien me ha bailado te abrazo por que no se quien sos pero se que los corazones puros son permeables,y los seres sensibles sufren por tener un alma en busqueda de la consciencia y evolucion. Besos desde Argentina.
Hola, Ursula
Perdona el retraso en contestarte. Muchas gracias por haber llegado hasta mi blog. Somos tantas personas que hemos vivido cosas similares. Y encontrar apoyo entre nosotras, ver que no estamos solas es un alivio. Duele menos.
Gracias por tus palabras.
Un cálido abrazo!