Han pasado 5 semanas desde que Nico nació y hoy recién comienzo a poder administrar mi tiempo libre para ponerme al día en muchos aspectos, a responder a emails (gracias a todos por las muestras de cariño), a volver a inspirarme. Voy a volver paulatinamente a mi trabajo como fotógrafa. Todavía es pronto, Nico ocupa el 100% de mi vida, pero poco a poco vamos adquiriendo rutinas que me permitirán ausentarme a ratitos de mi día a día. La fotografía me da mucha flexibilidad y es lo que más adoro de ella. Me ofrece esa libertad que todo trabajador querría tener.
Es mi primera entrada después de tanto tiempo ya que la anterior realmente fue un relato de lo que viví en mi parto, y ahora me siento algo desubicada en cuanto a cómo volver a retomar algo que dejé hace apenas poco más de un mes. Tengo muchas cosas que contar, algunas reflexiones fruto de mi corta experiencia como madre.
Decir que el papel de madre es duro y a veces estresante, es algo que la mayoría sabe o conoce de primera mano. Y yo no quiero comenzar a intentar relatar mis sentimientos acerca de este tema. He de decir que, a pesar de ello, la maternidad me está sentando tan bien! Me siento cómoda y a veces desesperada cosa que me encanta, puesto detesto a las personas que solo mencionan lo bueno, lo ideal que es a partir de ahora sus vidas. Un hijo no cambia mucho el devenir de la vida. Están los mismos altibajos, las mismas personas, los mismos miedos, solo que uno deja de centrar su vida en uno mismo para volcar todo su yo en esa cosita tan pequeñita. Y eso, el abandonar esa especie de «egocentrismo» para compartir en mayúsculas, eso es lo más bonito de ser madre.
Nico únicamente nació una semana antes de lo previsto. Y pese a tener un parto duro pero sin complicaciones, pasa a veces, que las complicaciones vienen luego sin avisar, aunque haya personas resabidas que parece que ven los problemas de lejos ( debe haber de todo en la viña del señor). El caso es que mi tardía actividad por aquí es a causa de que a la semana de estar en casa, tuvimos que ingresar a Nico, concretamente en la UCI, por un problema de bajo peso. Y es que mi elección de alimentar a mi pequeñín exclusivamente de leche materna no fue la mejor (en mi caso). Y dar el pecho no siempre es tan bonito como pintan. Además de mucha mala información acerca de este tema. Las madres queremos lo mejor para nuestro hijo y muchos especialistas deberían dejar claro que esa «paciencia, paciencia» no siempre vale para todo.
Estuvo ingresado 2 largas, intensas y dolorosas semanas. Cierto es lo que dicen acerca de los bebes y lo fuertes que son. Y así es. Nico se recuperó sin ninguna dificultad. Y Oscar y yo nos convertirnos de repente en los mejores padres para Nico. Las cosas malas cuanto más lejos mejor, pero en la vida uno no siempre puede elegir en que bando estar, por mucho que uno ansíe vivir una vida plena e inmensamente feliz, a veces las cosas pasan por algo. Esas dos semanas en el hospital, horas y horas junto a Nico, nos convertimos en padres de un modo más profundo y puro. Sin entornos nocivos y sermones de gente aburrida a las que se les llena la boca contando lo bien que crió a sus hijos. Se formó un vínculo muy especial, además de nosotros con otros padres que desgraciadamente pasaban por momentos aún peores que nosotros. Han sido muchas conversaciones, muchas lagrimas desde el corazón, mucho cariño y calor. Muchos valores. Claro está que cada día en el que sabías que volvías a casa sin tu hijo era duro no, durísimo.
Pasaron esas dos semanas y ya llevamos 2 y media con Nico, aprendiendo juntos, adaptándonos, aunque cuando llegamos a casa, el vínculo que habíamos adquirido los 3 en el hospital, fue lo suficientemente grande para que al volver todo fuera lo menos raro posible. Y así ha sido hasta ahora.
Seguimos aprendiendo, maravillándonos ( no me cansó nunca de mirarlo. ¿Acaso podría haber salido algo más perfecto que él? Lo dudo) y también seguimos cansados y va en crescendo, especialmente cuando no pegas ojo durante las noches. Y es que lo peor que llevamos son esas horas de la noche en las que después de alimentarlo, tu hijo solo piensa en estar con los ojos como platos y poco puedes hacer para que se duerma. La mayoría de veces no tarda mucho, y otras empalmamos la toma de las 5 de la mañana con todo un precioso nuevo día en la que te mueves medio zombie.
Nico es un niño muy despierto, demasiado para el tiempo que tiene. Le gusta observar, escuchar. Es activo. No solo lo demostró al nacer abriendo sus grandes ojos, sino que las primeras horas de vida, Nico ya erguía la cabeza dejando incluso a enfermeros sorprendidos. Además de la fuerza que tiene en sus piernas y manos, especialmente cuando se enrabieta a la hora de comer y mueve todo al unísono. Y te cuesta hasta controlarlo.
Los días se cuentan de 3 horas en 3 horas, cada vez que le toca la siguiente toma, y mientras tanto, y cuando el tiempo no nos lo permite para pasear, nos quedamos en casa y le hablamos sin parar (le encanta escuchar), le pongo la misma música que ya le ponía cuando estaba dentro de mi vientre. Ejercitamos su musculatura, le pongo sobre mi pecho para que se relaje mientras se queda en trance cuando bebe a sorbitos leche materna. Eso si, no sabéis el carácter que tiene cuando se pone a llorar y no hay nadie que pueda calmarlo. En esos momentos pienso en no molestar a los vecinos, pero gracias a dios tengo a mi lado a la persona más cuerda que me recuerda sin parar que no me preocupe, que es un bebé y que muchas veces lloran sin razón y que nosotros también hemos escuchado los lloros de los hijos de nuestros vecinos.
He aprendido tanto en tan poco tiempo! y saco varias conclusiones de lo vivido. Conclusiones dispares, pero todas con un único camino, un solo mensaje: NO dejes que nadie te imponga sus reglas como madre, No dejes que nadie te haga sentir mala madre, una siempre quiere lo mejor para su hijo. La vida es un auténtico aprendizaje.
Una madre en su sano juicio siempre querrá y actuará de la mejor manera para con su hijo. Siempre. Todos podemos pensar alguna vez al observar a otras madres que tú no querrías actuar de la misma manera, pero, ojo! eso no quiere decir que la suya no sea una opción buena para con su modo de vivir, sus creencias, sus ideales.
Creer que nuestra manera es la única y viable dista mucho de lo es una buena madre, puesto que durante muchos años tendrá que enfrentarse a la diversidad en el hacer de otras familias, y cuanto antes acepte eso, mejor le irá todo. Todos podemos aprender de todos. Y ser mejor madre, no es haber pasado ni la experiencia ni haber tenido familia numerosa, el ser mejor madre consiste en seguir aprendiendo, en tener éxito, a veces a la primera, en otras veces despues de caer y caer pero tener el valor, fuerza y mismo amor para seguir con las mismas ganas.
El tema de la lactancia materna es un claro ejemplo de ello. Antes de tener a Nico, siempre había pensado en alimentar a mi hijo de pecho. Los beneficios de la leche materna son ilimitados y para nada pueden compararse ni con las mejores innovaciones en la leche de fórmula. Todos hablaban del vínculo que también creas con tu bebé y lo bonito que es. Y yo quería sentir lo mismo. En mi casa, con la llegada de Nico, tenía discos protectores para el pecho a montones, sujetadores especiales, y ningún biberón a la vista. ¿para qué? me preguntaba. Vamos, sinceramente ni me lo pregunté.
Y justo lo más deseado para mi, el empezar a sentir esa experiencia se convirtió en algo feo, estresante y la causa por la que ingresamos a Nico, así que imaginad! Nunca puedes cerrar tu mente a nada. Ahora no solo le doy leche de formula con la que estoy encantada pues mi pequeño está creciendo sano y fuerte, sino que he ido cambiando la idea que tenia sobre la lactancia materna. El caso es que me he encontrado con que es un tema en el cual cuando entras, es bastante difícil escapar. Me he sentido como en una secta. Si, si!, como leéis. Tal cual. Hasta te sientes mal por decir abiertamente que ya apenas le das pecho al bebé, por no decir que piensas dejarlo. Te hacen sentir mala madre.
Pero conmigo ya no cuela. Y más después de mi experiencia. El caso es que nadie te tiene que imponer nada. Yo elegí darle pecho como única fuente de alimento por mi misma, nadie me dijo nada, ni me obligó. Y al irme mal, y muy a mi pesar, y gracias a que tengo la mente abierta y no me gusta ser de extremos, cambié a otra opción, la mejor en este preciso momento para Nico.
Y siento el mismo vínculo especial. Te das cuenta de que ese vínculo se crea en el preciso momento en el que crece en tu vientre, cuando pasas las noches junto a él o te lo acurrucas en tu pecho.
Y que eres MADRE, la mejor para tu bebé.
Nunca, nunca juzgar el papel de otras madres, pero ser implacables también cuando creáis que juzgan vuestro papel. ( a mi me llegaron a decir al volver del hospital y estar en casa dejando a un lado lo malo que si había aprendido la lección. Como si una fuerza del más allá me hubiera castigado, todavía me pregunto por qué razón. Mi educación me hizo no contestar para hacerme inmediatamente la tonta, pero jamás permitiré que vuelva a pasar. Gran hija de…) Lo siento, una, que también tiene carácter. Ahora entiendo los berrinches de Nico 🙂
En serio, no hay nada más cruel como rodearse de gente que tiene la lengua muy suelta para decir con descaro lo que jamás permitirían decirse a si mismos. Ni nada más mezquino.
Sed libres,
y haréis libres a vuestros hijos.
Yo estoy en ese proceso.
Ser la mejor madre para mi hijo,
para Nico.
<3
Ya eres una súpermama, des del primer día!
Qué bonito Lorena. Gracias por compartir. Un abrazo y mucha muchiiisiima fuerza. Disfruta cada minisegundo, yo lo hago y me pasa tan rápido el tiempo…disfrutando de los últimos días antes de nacer Joan, nuestro pequeñín, y estamos nerviosos pero con ganas. Disfrutamos tanto juntos mi pareja y yo que incluso pensamos, aiiii cuando esté Joan. Bueno, un abrazo Lorena y sigue con esas fotos tan chulas y tan cotidianas!
En el momento que ya tienes a tu pequeño en la barriga eres la mejor mamá para él!
Lo hacemos todo por él, aunque siempre puede haber algun fallo. ¿Pero a quién no le ha pasado?
Yo también durante todo el embarazo pensé en dar el pecho. Pero nació tan pequeño que no tenia fuerza para sacarla, no cojia peso y nos enviaron a urgencias. En ese mismo momento pensé que lo mejor era darle el máximo de tomas con biberón, y al final…he terminado dando todas las tomas con biberón, y el está enorme!
Así que, ¿ porque nos tenemos que sentir mal?
¿Quién más que nosotros quiere a nuestros pequeños?
Gracias por este post Lorena. Hace que no nos sintamos tan solas y que como dices tu, no todo es tan bonito como much@s dicen.
Un beso.