Me remonto a la Navidad del 2011. Un año doloroso. A tan solo un mes de la muerte de mi mejor amiga Laika. Fue un año lleno de altibajos. Momentos felices como lo fue el viaje a Irlanda, mudarnos de casa, pero también esa perdida que aún, hoy en día, sigo sin asimilar del todo.
Pero oh!, la fotografia… Tiene ese don de captar tanto el dolor como la belleza. Mi casa estaba sin amueblar del todo, la pintura de las paredes sin cambiar, un árbol minúsculo gobernaba el salón, pero ahí estábamos y yo prometí volver a la fotografía después de ese mes de noviembre tan doloroso. Sinceramente, creo que el año 2012 también estuvo lleno de fotografías analógicas, cada vez iban a menos, pero seguía con fuerza apostando por ella. Luego, no es que dejase de apostar por ese caballo que siempre me hizo ganador, sino que hubo otras necesidades, otros gastos. Abandoné mi Minolta durante meses, que fue casi un año y bueno, creo que hasta el día de hoy.
Me promentí tomar más fotos. E intentar documentar una navidad que si bien me descoloca, siempre logra encender esa chispa de alegría que hay en mí. Pero el destino quiso que el día 25 de Diciembre un tonto accidente hizo que perdiéramos a un miembro súper querido de mi hermano y mi cuñada. Nuestra pequeña Kira. Una perrita llena de vida, ultra mimada, pero inteligente y graciosa. Se hacía querer. La única compañía que tenía en ocasiones nuestra gatita Mia. Y el apoyo incondicional de mi hermano, Caty y de mis padres. No sé si os acordáis de la entrada que subí hace dos años. Supongo que no. Os hablaba de la muerte de Rocky, el perro de mi hermano que a su vez era el padre de Kira. El destino ha querido que Rocky no sobrepasase el año de edad ni Kira los 2. Un hecho que quien adora y tiene una relación especial con los animales, debe saber lo traumático y doloroso que es.
Así que no me queda más remedio que mostrar mi Navidad con fotos pasadas. Las que me hubiera gustado hacer o sentir. Pero que no siento ni estoy viviendo.
Es cierto que somos una familia unida. Llena de imperfecciones, demasiadas, pero también sabemos apoyarnos, intentar vivir ese tiempo de duelo juntos. Asi lo hicimos cuando murió Laika o Rocky, supongo que ahora también.
Creo que necesito obligarme a darle al «click» de mi Minolta. A volver a ver belleza ante mis ojos. A descubrirla, pillarla in fraganti y mostrárosla.
Estoy segura que este 2015 volveré a mis inicios.
Lo haré.
Un abrazo y adelante!!
Lo mejor para el 2015!!
Malgré tout, gracias por regalarnos tanta belleza-
Pepa
Muchas gracias, Pepa. ¿Qué haría yo sin tu siempre apoyo?
Te deseo lo mejor para este 2015.
Besos.