Hace semanas llevo dando vueltas a mi cabeza, la idea de escribir sobre un tema importante y que es causa de mucha controversia: «Mostrar imágenes de nuestros hijos en Internet. Si o no». Escribo mentalmente mi discurso durante las innumerables veces que estoy recostada en la cama descansando, especialmente en este último mes de embarazo. Pero son borradores mentales que luego se difuminan y nunca los llego a plasmar.
Ayer, justo durante una sobremesa con unos amigos, salió otra vez el tema. En este caso, la madre no estaba de acuerdo con mostrar fotos de sus hijos en ningún portal de Internet.( he de decir que la mayor parte de esas opiniones en contra vienen acompañadas de palabras o calificativos no muy gratos para aquéllos que si lo hacen). Y entonces supe que antes de tener a mi bebé es algo que debo y necesito dejar claro, especialmente porque tengo un blog donde puedo expresarme con total libertad y es algo que a partir de ahora veréis, mi vida tiene etapas. Ahora llega, creo, la mejor de todas y con la que ya no pienso dar explicaciones, ni no quererme, ni callarme. Entre muchas otras cosas, el embarazo me ha dotado de esa fuerza, fortalecimiento de autoestima que antes no llegaba a poseer del todo. Me siento, no orgullosa, pero si satisfecha de ver que mis valores, lo que pienso, es como estoy viviendo mi vida. Soy fiel a mi misma. Y eso, es lo primero que quiero enseñarle a mi pequeño. A ser auténtico.
Otra de las virtudes de las que me ha dotado el embarazo, este vaivén de emociones mientras dentro de ti crece un ser humano, es a respetar más, juzgar menos. Creo que debe haber cabida para todos aquellos pensamientos, aunque tu creas que muchos no tengan fundamento e incluso estén teñidos de ignorancia resabida, pero bueno, otros pueden pensar lo mismo que yo acerca de mí. Una montaña rusa, lunática que empezó este blog hablando sobre su depresión y miles de estados que cambiaban de la noche a la mañana sin ninguna razón.
Así que respetando la opinión contraria, aunque con matices. (respeto pero me cuesta entender. No sé si son incompatibles), el caso es que yo SI QUE ESTOY A FAVOR DE HACER PÚBLICAS Y MOSTRAR ALGUNAS IMÁGENES DE MI HIJO, MI FAMILIA EN INTERNET.
Tengo límites, como todos, pero especialmente sería una tontería de mi parte decir lo contrario cuando como fotógrafa vivo de esto. El uso que le damos a esas fotos depende la mayor parte de la manera en la que la enfocamos, y por supuesto, en los pensamientos del que ve, que son tan ilimitados que poco puedes hacer al respecto. Eso ya está fuera de nuestro control. Al igual que uno no está indemne de ir con su hijo al parque y que haya algún vecino mirando de un modo nada sano, la naturalidad de ese pequeñin/a. Hay cosas que podemos evitar, otras, por mucho que creamos que estamos haciendo lo correcto, nunca será demasiado. O al menos eso creo.
Durante todos estos años, concretamente desde el año 2007 que empecé mi andadura por estos lares, he podido leer comentarios bastantes desagradables de personas que han atacado a padres por subir fotografías bien decentes y bonitas en un blog, una página de fotos. Entiendo que todos somos libres de opinar, pero es cierto que estoy totalmente en contra de que gente que se cree con el derecho de meterse en algo que ni le va ni le viene. Como si fuera la propia madre indignada a la que le han robado la foto de sus hijos. Me parece bien sus pensamientos pero que se los guarde para ella misma, que escriba un artículo (como en este caso yo) en su blog personal o bien, que participe cuando esa foto viene acompañada de opinión, de consejo.
Me repatean los valores de integridad que intentan dar con comentarios grotescos cuando ese padre, esa madre, con coherencia y total libertad, intentan subir algo que le parece bonito e inocente.
Uno de los mayores problemas que me he encontrado estos años haciendo fotos familiares, es que luego no me han dado permiso para subir algunas de esas fotos en mi página web para ayudarme a enriquecer mi página dándome publicidad y donde poder mostrar mi trabajo. Tengo en mi ordenador escondidas en carpetas, sesiones realmente buenas, repletas de fotos inocentes y maravillosas que me hubieran ayudado enormemente a crecer como fotógrafo. Puesto que un artista, ya sea fotógrafo, pintor, músico, vive del feedback. He tenido que estar mucho tiempo en una especie de vacío creativo, subiendo fotos personales porque no podía compartir las que tanto me habían costado y salido tan bien. Una pena, pero lo respeto. Qué le vamos a hacer, me he encontrado con gente que valoraba mi trabajo, pero que tenía demasiados prejuicios acerca de hacer pública una foto. (luego me replanteé poner como condición al hacer la sesión, el tener derecho sobre esas fotos. Es lo más normal del mundo, pero he querido respetar las ideas de esas familias).
Yo no me considero una mujer de mente totalmente abierta. Lo reconozco, dentro de mi círculo de amistades, he de decir que si, y bastante. Siempre fui la que se enrolla explicando su experiencia ante un evento determinado, detallando cada emoción, cada sentimiento. He vivido situaciones en las que la otra persona le costaba entender ese ímpetu que llegaba a poner a través de mis palabras y muchas veces, más de las que me hubiera gustado, he sido criticada por ello. Por tener esa verborrea que ahora echo de menos. Esas experiencias te hacen un poco más introvertida. Por ello cree este blog, porque una de mis pasiones es escribir, expresarme. Por eso guardo cientos de manuscritos desde la adolescencia. Soy así. Me encanta hacer fotos de todo porque un día decidí que la fotografía era lo mío. Y no subo fotos como alarde o para alimentar mi ego personal, sino porque veo poesía en esas imágenes, veo profundidad, un sentido que no da solo al momento en sí, sino a mi vida.
En este caso tengo la mente abierta porque va con mi personalidad. Como fotógrafa creo en las tecnologías y veo Internet como un lugar «seguro» con excepciones. Lo veo así porque estoy dentro de ese meollo, porque es mi día a día, es el lugar donde comparto, descubro y sigo amando mi trabajo. El único que me ha acercado a oportunidades y a gente buena.
No pretendo echar por tierra a todos los que piensan lo contrario. Yo también tengo mis prejuicios acerca de por ejemplo Facebook. (donde inmediatamente será el lugar donde comparta esta entrada de blog). Un lugar que no quería ni ver, luego lo necesité para promocionar mi trabajo y llegar a más gente y ahora, sé lo que quiero o no quiero poner. No entiendo como la gente etiqueta cada minuto y cada segundo el lugar exacto donde se encuentra, lo que hace y deja de hacer, pero ¿qué le dices a esa gente? Se necesita de mucha sabiduría, coherencia y una catadura moral impecable para criticar o no de un modo totalmente abierto lo que deberían hacer. Yo incluso estoy en ese proceso. Creo que lo estaré toda mi vida. No tengo la llave mágica para actuar correctamente en cada segundo de mi vida. La vida es eso, equivocarse.
Y con esa libertad por la que abogo, debería decir que pronto tendré a mi cargo a una personita que será el eje central de mi vida. Y que ya, sea por deformación profesional o porque se me caiga la baba o qué sé yo, si que voy a realizarle las fotos más bonitas que he hecho en mi vida, puesto que él será mi mejor trabajo fotográfico. Y ya os anuncio que os encontraréis en mi blog imágenes para mi bonitas, dulces e inocentes de la mejor creación de mi vida. Y que seguiré escribiendo sobre mis preocupaciones, mis sentimientos. No voy a ser peor madre por hacerlo. Ni la mejor tampoco. Es simplemente mi modo de vivir, de disfrutar. De inmortalizar mis momentos. En mi día a día, esto es algo normal. Como seguiré consumiendo blogs de artistas y a la vez madres que te explican anécdotas interesantes y divertidas sobre el día a día de sus hijos o bien suben imágenes fascinantes de ellos con los que me inspiro y ayudan a mantener esa parte creativa siempre activa.
Voy a escribir sobre esa primera risa que nos emocionará. Algunas veces Nico saldrá en una foto riendo, otras mostraré el detalle de sus pies, sus ojos, aquella primera pataleta, otras devorando un bizcocho de chocolate con toda la boca y el torso desnudo sucio. Y en otras, estaré tan ocupada que me olvidaré de este lugar y no podré mostraros ninguna.
Preparaos para visitar, quién quiera que lo haga, un blog dedicado a muchas cosas. Como llevo haciendo hasta ahora. De cocina, lugares que visito, sobre mi fotografía más profesional, hablando de temas más personales, decoración, y ahora, dentro de poco, sobre mi vida como madre. Y por supuesto, fotos de mi pequeño Nico.
Como bien dice el título de mi blog: de «my everyday life»
Sed libres, y bienvenidos!
Mi madre siempre fue una gran recolectora de imágenes. Tenemos un gran recuerdo de nuestra niñez y adolescencia gracias a ella y su manera de ver a sus hijos, su mundo. Si en ese momento hubiera podido acceder a Internet, quizás para compartir esas recetas de repostería que tan bien hace, estoy segura que incluiría como mamá orgullosa estas imágenes. Ella vería solo amor.
Entiendo que hay que salvaguardar ese «honor» (que importante queda así esa palabra, verdad?) de tus hijos. Pero primero, no debemos olvidarnos en qué entorno lo enfocamos, con qué finalidad. Y que en un mundo tan caótico como hoy, nadie, desgraciadamente, está a salvo de nada. No debemos vivir con miedo, pero tampoco actuar sin ningún filtro mental y emocional.
Libre, Lorena! me ha encantado leer estas líneas sobre ti porque me he visto reflejada en muchas cosas.
Sigue así, sintiendote libre para decir y hacer lo que tus sentimientos te pidan.
Tienes un blog precioso y tu fotografía es magia. Enhorabuena.
Un saludo desde Bilbao.
Bravo!!!
Me encanta esta entrada, Lorena. Es una pena no poder ver esos tesoros escondidos, como tu dices, son creaciones de un artista (aunque respeto la opinión de esos padres) deseando ver como esta nueva etapa te hace crecer y capturas todos los momentos de la misma.