Soy de esas personas a la que le gusta recibir visita en casa. Y cocinar para ellos. Cuidar los detalles al máximo para que se sientan como en su propia casa, o mejor aún, como en un pequeño hotelito.
Oscar y yo hemos pensado muchas veces con regentar un pequeño hotel rural si nos tocase la lotería. Nuestra casa formaría parte de ese pequeño agroturismo. Y nos dedicaríamos a vivir en plena naturaleza.
Nunca deberíamos dejar de soñar.