Ayer decidí que era el día en que tenía que dar un tranquilo paseo por los alrededores de mi pueblo para ver los preciosos almendros antes de que las lluvias hicieran desaparecer su bella flor. Mañana os enseñaré las fotos. La verdad es que disfruté muchísimo haciendo fotos de los lugares más bonitos que tiene mi pueblo y que más he recorrido cuando he necesitado desconectar. Y en esos paseos una encuentra esa ansiada paz, ese perpetuo silencio que únicamente se ve interrumpido por los bellos sonidos de la naturaleza.
Y mientras editaba las fotos de ese paseo, Mia me buscaba continuamente con la mirada. Me pedía juego, mimos. Y como no deshacerse ante esa preciosa carita que me como a besos y nunca me canso?
¿por qué dan tanto, tanto amor?
So cute :))
Thank you 🙂