Llevo desde el principio del Verano cuesta abajo en lo referente a nuestra alimentación. Si, ya sé que con el calor a todos nos apetece comer menos cantidad, tenemos bastante inapetencia y únicamente nos entran cosas frescas y ligeras. Pero es que han sido meses muy movidos donde la inapetencia se juntó con la pereza, la falta de organización, el caos.
Reconozco que en 2 meses, he roto una cadena de «buena y sana» alimentación que había estado llevando desde hace año y medio. La razón: algo de ansiedad junto con el estado de ánimo que me provoca el Verano. Estoy de bajón, no tengo energía, la tensión baja, etc. Resumiendo: al final caes en comer cosas rápidas y no tan sanas.
Noto como últimamente mi cuerpo me está dando señales de que algo no va bien. Dolores y pinchazos de cabeza constantes, tensión muscular, flojera, falta de concentración. Una parte de mi sabía que algo no iba bien, especialmente en lo relacionado a lo que recientemente (no) se cocinaba en casa. No comemos mal pero para mi «romper» esa cadena de la que os hablaba y dejando entrar en mi cocina y nuestro estómago ciertos alimentos, hizo que después de año y medio siendo constante, ese desajuste me afectase notablemente. Y cuál desesperada, anoche me puse manos a la obra. Necesitaba comenzar a planificar el menú semanal y esforzarme para sacar unas horas una vez a la semana para tener el menú organizado de casi toda la semana que entra. Visité mis 2 blogs favoritos (veggieboggie y being biotiful) y repasé mi cuaderno de recetas y mis libros de cocina. Busqué recetas de temporada con productos frescos de esta estación. Y es que ya empieza a apetecer platos más reconfortantes y llenos de comida que ahora si mi cuerpo me está pidiendo a gritos.
¡Dicho y hecho!. Esta mañaname pasé 2 largas horas preparando 4-5 platos para ir consumiendo esta primera semana de Octubre.
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Y entre uno de esos platos que preparé se encuentra uno de un chef muy famoso y que con el paso del tiempo me sigue asombrando más y más por sus ocurrencias y sobretodo por esa forma de adaptarse a cada época, modas, tendencias. Que en la alimentación también las hay, y muchas…
Os juro que por mucho que me guste cocinar, nunca se me ocurren recetas tan simples pero tan hiper deliciosas como la que siempre nos ofrece Jamie Oliver. ¿qué tiene este hombre? Convierte cuatros ingredientes en un plato para chuparse los dedos.
No recuerdo bien de donde saqué esta receta, creo que de su programa de cocina en el que utilizaba solo 3 o 4 ingredientes para sus platos. Y es que su forma de hablar y sentir la comida, su cocina tan inspiradora y esa facilidad en preparar cualquier cosa me engancharon. Este plato en concreto dije; ¨Lorena, tienes que probarlo ya, esta noche. No lo dejes para más adelante que luego nunca la haces».
Y así fue.
Desde entonces ya la he preparado unas cuántas veces en casa y triunfa.
Siempre me quedo con ganas de más.
Os dejo la receta, es demasiado fácil y el resultado maravilloso. No tardéis.
HOJALDRE DE POLLO AL PESTO Y GUARNICIÓN DE TOMATES EN RAMA ALIÑADOS AL HORNO.
Ingredientes:
- una masa de hojaldre
- 3 pechugas de pollo camperas
- pesto de albahaca
- tomates en rama
- Aliño: aceite de oliva, sal y pimienta
- Un chorrito de vino blanco
Preparación:
Encendemos el horno a 170 grados.
Lavamos las pechugas de pollo y las cortamos por la mitad. Untamos una capa de pesto en uno de los lados de cada pechuga abierta y cerramos como si fuera un bocadillo.Echamos un chorrito de aceite de oliva, pimienta y sal. Repetimos el mismo proceso con cada pechuga.
Preparar una bandeja de horno con papel de hornear para evitar que se nos peguen las pechugas. Cortar en 3 cuadrados (o más si tienes más pechugas) la masa de hojaldre y envolver cada pechuga con el hojaldre. Cerrarla bien y untar un poco de aceite de oliva con un pincel para evitar que el relleno se salga al hornearse.
Antes de meter en el horno, recomiendo hacer 3 finos cortes en cada paquetito de hojaldre.
Meter al horno.
Por otro lado, en una fuente para hornear, meter los tomates en rama que habremos lavado previamente y sazonarlo con aceite de oliva virgen, un chorrito de vino blanco, sal y pimienta. Mezclar con las manos y meter en la parte baja del horno junto a los hojaldres de pollo.
Esperar unos 20 minutos a 180 grados, 200 grados, hasta que veamos que el hojaldre esté dorándose y los tomates hayan encogido un poquito y hayan sacado algo de líquido.
Sacar del horno y emplatar.
Y en la mesa, te espera un paquete de hojaldre con sorpresa incluida y unos tomatitos en rama en su líquido que quitan el hipo.
¡Delicioso!
Madre mía!! Tiene una pintaza…!!! Sin duda probaré la receta!! Muchas gracias!!!