Son las 8 y 20 de la mañana. Estoy sentada en mi despacho. Sobre mi mesa tengo la agenda, bolígrafo y el primer café de la mañana. De vez en cuando miro a la izquierda y desde allí puedo observar la montaña. Sobre los pinos, se cierne una nebulosa gris que envuelve todo el cielo.
Hoy va a llover.
El caso es que las temperaturas han bajado y como os dije, estoy disfrutándolo poco a poco. No sé si volveremos a esa calor agobiante, lo cierto es que me he quedado yo misma sorprendida de lo rápido que ha llegado este maravilloso fresquito.
Con este buen tiempo que tenemos, la verdad es que se me hace más fácil pensar, fluir nuevas ideas. Sólo que estoy bastante centrada en algo que no os puedo todavía describir por aquí. Llegará su momento y al final creo que me entenderéis.
Mientras tanto, intento seleccionar algunas fotos para dejar mis fotos expuestas en un precioso lugar (todavía no me puedo creer la suerte que he tenido) y están pendientes por realizar una serie de trabajos fotográficos. No me puedo quejar.
Poco más que contar. Mia me reclama de una forma tan sutil… Me ha salido un poco escurridiza, pero casi siempre acaba por quedarse donde estoy y rozar su cuerpo por mis piernas. Cada mañana somos tres personas al levantarnos y os parecerá una tontería, pero me hace sentir tan bien! Me encanta sentir que para ella somos su familia. Ha sufrido mucho y algunas veces pienso en este largo año que la tengo y lo bien que se ha adaptado. Me encanta ver sus particularidades, sobretodo cuando conoces a otros gatos, cómo se comportan, etc. Creo que al final Oscar y yo no lo hemos hecho nada mal.
Este fin de semana tengo el bautizo de la niña de unos amigos, y el cumpleaños de mi padre y mi suegro. Es curioso, cumplen el mismo día (1 de septiembre). Así que os veo la semana que viene para comentaros algunas cosas absurdas. En fin, que tengáis un buen fin de semana.
Besitos.
Lorena!
Nuestra gatina también tiene casi un año, y sigue asombrándome cada día ver cómo forma ya parte de nosotros, de la casa, de las mañanas y las siestas, de las charlas y las cenas…ya no podríamos estar sin ella.
Envidia me da tu despacho!!
Besos
Aquí ya ha llegado algo más que el fresquillo….y no sé por qué pero me siento más activa con la chaqueta y la manta en el sofá…Levantarse con alguien rondando y esperando para seguirte, acercarse….es genial. El mío es perro pero a veces se comporta como un gato mimoso 😉
Me encanta oir que está llenandose tu tiempo de proyectos etc. Y de fotos.