Qué es lo que determina que una persona tenga talento?
Para mi persona con talento es alguien que sabe hacer algo muy bien, con gran destreza.
Mi madre es una de ellas. Es la mejor respostera que conozco. Claro está que no conozco a ninguna y esa afirmación no sería del todo objetiva. Nada objetiva.
Sin embargo, creo que tiene mucho talento porque nunca estudió nada sobre ello y todo le sale con una pinta tan deliciosa y profesional…
Recuerdo como ella preparaba un delicioso bizcocho de chocolate en los eventos más destacados del colegio, o cuando se acercaba el día de mi cumpleaños. Su bizcocho era el primero que se vendía. Hoy en día amigas lo preparan en algunos cumpleaños y cuando los demás le dicen que qué delicioso está, ellas siempre contestan: «es el bizcocho de la madre de Lorena».
Os podéis imaginar que mi madre tuvo que entregar la receta a causa de la insistencia de padres y profesores. Cosa de la que se arrepintió siempre. Cuando una cosa te funciona, manténla en secreto. La filosofía de mi madre. Eso te hace especial. No quiero decir que no hay que ser generosa, sino que debemos guardarnos «algo» para nosotros.
Y más o menos esto es lo que ha ido haciendo mi madre con el paso de los años. Ni yo misma sé bien cuáles son los ingredientes de una determinada tarta. Y bueno, aún sabiéndolos nunca me ha llegado a salir con su sabor característico. Siempre se dice que como las abuelas y las madres nadie cocina… Tendré que esperar a ser madre para colgarme esa fama al cuello.
Os mostraré estas fotos que hice este fin de semana en casa. Mi madre, cómo no!, hizo el postre. Una especie de apple pie con pasas. No sólo exteriormente era increíble, sino que el sabor lo superaba. Cada bocado provocaba pequeños placeres. Y su olor característico aún perdura en mi casa. (Siempre diré que mi madre huele, parte a crema corporal (rica, rica) , parte a tarta recién horneada y café caliente.)
Eso si, esta vez no va con receta incluida.
Y bueno, ahora toca mi turno. Ni por asomo se parece al de ella, lo mío son tomar fotos y bueno, si, también me gusta cocinar. En este caso me decanto más por lo salado. El dulce me gusta para momentos concretos, pero en mi vida siempre, siempre, tengo que terminar el día saboreando algo salado.
Ayer hice algo simple y saludable.
Tenía algo de salmón en el congelador. Lo corté en tiras, lo sazoné con tomillo, pimienta, aceite y sal. Por otro lado, utilicé la bandeja del horno para colocar sobre ella una gran manta de patatas, cebolla, calabacín, zanahoria, champiñones y tomates cherry. Sazonado igual que las tiras de salmón. Y al horno.
Acompañado con un buen vino blanco frío.
Con invitados hubiera puesto las verduras en una bandeja bonita y no sacando la bandeja del horno, supongo que son esos pequeños y cómodos placeres que tiene el no tener a nadie, solo tu pareja y tú.