el verano que apagó la vida de mi coche y otras reflexiones…

Foto realizada por Oscar en septiembre de 2011

Todavía no me creo que estemos en la recta final de un verano, que si bien, he de reconocer que no ha sido excesivamente caluroso, si que me ha dejado con la energía baja.  Cada año me digo lo mismo, que este verano intentaré disfrutarlo, ver ese lado bueno que tantas y tantas personas no pueden dejar de ver. Y yo, quizás algo defectuosa de fábrica, me sorprendo de no sentir ni un ápice de empatía por esta estación. ¿Por qué todo el mundo mira con cara rara cuando dices que adoras el invierno,  o la primavera, o el otoño, qué narices! el frío!!?

Seguramente suene bastante asqueroso, pero llevo sufriendo la presencia de cucarachas voladoras desde junio. Hemos tenido algo así como una plaga en mi barrio. Este año han aparecido antes de tiempo y no sabéis lo desagradable que es querer abrir todas las ventanas al anochecer, cuando por fin  podemos descansar del calor, y ver que si me descuidaba aparecían por casa.  Aunque verlas cada noche, si,al final ha conseguido ablandarme el corazón. Ya siento incluso remordimientos por dejarla boca arriba, medio muertas, dejando que el mata cucarachas haga su trabajo. Me ha dado tiempo, en esas noches de insomnio de verano, en visualizarme a mi como una asquerosa cucaracha a la que una gata ha cogido y le ha arrancado las dos patas traseras y luego una loca le ha rociado con un líquido maloliente y luego, boca arriba ha muerto lentamente. Me ha dado pena. Si, ya sé, mucha visualización, pero lo cierto es que no le he perdonado la vida a ninguna. ejem! Pues esa presencia desagradable junto con la calor, hacía que por momentos me desesperase, tanto, que soñaba con quedarme dormida todo el verano  y que ya en septiembre mi príncipe azul me despertase. Ilusa!

Lo único que me ha mantenido «viva» ha sido, aparte de los trabajos fotográficos en los que he trabajado,  el hecho de imaginarme todos los proyectos que en breve comenzaré. La imaginación me ha tendido la mano como una fiel amiga, para decirme que no desesperase ni lo diese todo por perdido. Si, claro! he tenido vida. Muchas veces más de la que hubiera deseado. Y es que entre que en julio puedo disfrutar de Oscar durante poco tiempo antes de enfrascarse en el proyecto absorbedor que empieza cada agosto,  y los compromisos. ¿Qué sucede con el verano? ¿por qué de debajo de las piedras aparece familia, por qué????

Tengo tantos defectos, que comunicar uno más, creo que no me va a quitar más atractivo de lo habitual. No soy muy familiar. Os lo dice alguien que ha convivido con mucha familia alrededor.  Nunca me ha dado tiempo de echar de menos a nadie.  Sé que mis padres no lo llevan bien,incluso alguna vez me lo han recriminado,  pero no puedo evitarlo. Daría todo por ellos, valoro enormemente la familia que tengo, pero si es cierto que me he involucrado tanto y me han involucrado tanto que me he vuelto algo solitaria. Mi madre todavía no ha conseguido que en 7 años que estoy independizada, y durante los viajes de Oscar, yo vaya a casa a dormir. Prefiero quedarme sola, con Mia. Encenderme unas velas, poner buena música y ojear mis cosas. Estar en paz con migo misma. Si, soy muy solitaria. Demasiado a veces. Pero es el único modo que conozco para recargarme a mi misma de esa energía que perdemos cada día con diversas situaciones.

¡opps! y justo en verano me he quedado definitivamente sin coche. Un coche que tengo desde el 2003 pero que en realidad está vivo desde el año 96. Ya os podéis imaginar, nunca he tenido aire acondicionado, nunca he podido limpiar mi parabrisas con jabón y agua, como todo ser humano con coche durante un día de lluvia de barro, nada de dirección asistida: ¿qué  es eso?  y nunca he tenido un coche para lucir, pero incluso así y todo  echaré de menos a mi pequeña chatarra. Muchos años siéndome fiel. Y me ha dejado ahora, en verano, por culpa del calor. ¡En serio! lo ha terminado de estropear.(si ya os digo yo que mi poca empatía por el verano no viene por nada)  Mañana vamos a mirar coches de segunda mano. Por supuesto que uno nuevo no nos lo podremos permitir, pero pasaré a tener aire acondicionado y podré darle al botón de «fli fli», cuando la suciedad no me deje ver por el parabrisas. ¡yuhuuu!!!Ya me imagino la cara de sorpresa que pondré al descubrir algo desconocido para mí.

RIP mi preciado Peugeot 106. Te echaré  mucho de menos…

Y entre tanta desesperación este verano, tanta maldición, me ha dado tiempo a anotar en mi cuaderno algunas recetas que he ido viendo en distintos lugares, también en la de ir a apuntarme a clases de yoga y zumba para septiembre, en  hacer una pequeña lista de cosas que necesito hacer este año y que no he tenido oportunidad de hacer antes. Cosas tontas, incluso absurdas.

En septiembre empiezo unas clases de «renovación», ese punto y aparte que necesitamos todos. Ha sido un año y medio muy duro ( en la búsqueda de ser mamá) en el que físicamente he dado un bajón terrible. Lo he pasado realmente mal, muy mal. No tengo la autoestima en el lugar que toca, por eso tengo tantas ganas de decir adiós a este verano. Empiezo siempre de cero. Eso es bueno, me gusta y es necesario. Aunque no he de mentir, me gustaría algunas veces no tener que empezar ese boceto en blanco y ya tener media obra terminada. Lo tendría más fácil, pero nada en mi vida ha sido fácil.

¿Por qué lo sería ahora?

En serio, tengo una vida muy gratificante, pese a mi malestar cada verano por ser verano. Y por odiar ese sol que en invierno muchas veces pido a gritos. Jeje! en serio, pero ¿creéis que es posible que exista «alergía al verano»?

En fin, he reflexionado sobre  el contenido de este blog en más de una ocasión. ¿Qué escribir para que se vea más profesional y no perder  esa magia que obtengo a veces con mis fotos? ¿Debería crear desde cero un blog únicamente para hablar de cosas «cool», con recetas que sólo hago porque quedan bonitas en fotos pero sobre las que no siento nada? o ¿debería primar la naturalidad y esa mezcla absurda que todos y cada uno llevamos dentro (unos más que otros, claro!)? Con eso me refiero mostrar en cada momento lo que siento. Mis fotos, un día en el campo, un día maldiciendo mi mala suerte, subir una receta riquísima,etc. ¿Pierden esa belleza las fotos que hago al expresar que la que hace las fotos tiene una vida de carne y hueso, tirando a rozar algunas veces la absurdidad?

Estamos tan acostumbrados a ver tanta y tanta belleza alrededor, tanta felicidad inconmensurable, que algunas veces me cuesta digerirlo por lo poco creíble que me resulta en general.  Y es entonces cuando tengo enormes ganas por sentarme frente al ordenador y destaparme a mi misma un poco, lo suficiente para decir a la gente: ¡eh! que si, que tengo una vida muy bella y fotogénica, pero no por lo que tengo sino por cómo la siento y estrujo día a día con pequeños detalles, pero también tengo miserias, sufrimiento, fracasos personales y laborales.

De eso se trata ¿»my everyday life»,no?

de luces y sombras.

De vivir.