«Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente. «
Paulo Coelho~
Estoy totalmente de acuerdo con esta cita de Paulo Coelho. Sin embargo, queda explicar que si bien las dudas salen de una parte interior de nosotros mismos, la mayoría de dudas vienen alimentadas por otros. Me refiero a que esa duda que nos paraliza viene relacionada con un miedo a defraudar a los otros. Es decir, al final no actuamos como deberíamos porque existen una serie de limitaciones que indirectamente otros nos imponen.
En ese aspecto debo decir que lucho, desde que empecé a asentar mis ideas allá por la adolescencia, por aprender a vivir pero también pidiendo que los demás dejen vivir a los demás a su manera, libremente.
Afortunadamente ninguna acción incluso buena a primera vista, te asegura que sea la correcta. Siempre ahí algo que se nos escapa.
Debemos aprender a respetar las ideas de los demás. Todos tenemos derecho a tropezar. A fracasar porque eso quiere decir que hemos vivido. Debemos caer para levantarnos con más fuerza. El fracaso es una experiencia saludable en esta vida. Tenemos que saber que hay personas diferentes, con gustos e ideas totalmente dispares. Que lo que nos hace especial es precisamente esa peculiaridad en cada uno de nosotros.
La mayoría de personas que nos incitan a dudar continuamente sobre lo qué hacemos, cuando lo hacemos o por qué lo hacemos, son personas que seguramente crean que ese modelo de vida que llevan es el mejor, más maduro y correcto porque justamente ese es el que les ha hecho llevar una vida sin altibajos y medianamente próspera. Al final se convierten en personas totalmente débiles y vulnerables a cualquier tropiezo o revés (incluso tonto) que se les presente en la vida.
Personas que son incapaces de sentir empatia por el modo de vida de otros, siempre encuentran alguna razón inmadura y alocada. Y lo que no saben es que cada uno decide desde que tiene uso de razón o cuando le viene en gana, a saber si quiere casarse o no, si quiere tener hijos o en cambio anhela una vida diferente. Si su felicidad reside en tener lo justo y prescindir de cosas impensables para otros. Yo qué sé!!
Por qué estamos tan obzecados en decidir que lo mejor para uno mismo o para la pareja está en ser un clon más para no desentonar en el círculo de vida donde los demás se mueven?
No soporto a las personas que se creen con el derecho de poseer una especie de falsa sabiduría (normalmente a causa de la edad) para abofetearte continuamente por cada uno de los pasitos que estás llevando en tu vida y aquellos que todavía no has dado pero que ellos ya juzgan sin previo aviso. Cuando en realidad es una decisión que corresponde únicamente a la individualidad de la persona o la pareja. Todos fueron jóvenes y avanzaron. Y tomaron decisiones estúpidas, otras no tanto. Por qué se nos olvida tan rápido?
Siempre le digo a mi padre cuando discutimos por algo, que no por doblarme en edad, sus palabras me intimidan o debo hacer caso a pies juntillas lo que me dice.
Él se rie.
Sabe que es cierto.
Es normal que se entremezcle el cariño y la preocupación. Lo entiendo, pero nunca, nunca debemos guiar la vida de nadie.
Porque no todos nacemos con las mismas ideas, los mismos propósitos, los mismos fines en la vida. Y porque existe algo llamado libertad interior que es la que te hace ser sabia, pero no sabia a causa de la edad, sino sabía porque te ayuda a ser amplia de miras.
I can’t really understand your blog (I don’t speak spanish, sorry). But I just sent you an e-mail (just a heads up!)
Thank you very much, Bea. I appreaciate your words a lot.
You are very kind.
xoxo