No me lo puedo creer. El sábado comenzaré mi 6º mes de embarazo. Se dice pronto, pero ya queda menos para la llegada de ese tan temido pero a la vez deseado momento de ver a Nico.
He intentado escribir lo menos posible sobre mi embarazo por aquí. Quizás porque, pese a no ser de riesgo, he permanecido siempre alerta. Nunca creyéndomelo del todo. Pero ya si, ya es una realidad. No sabéis lo mucho que disfruto cuando casi a las mismas horas, empieza a patalearme la barriga. Es una sensación indolora, graciosa y que me hace recordar que mi pequeñin está allí dentro creciendo, jugando, alimentándose. Es entonces cuando esas pataditas y movimientos me llenan de energía. La energía de saber a ciencia cierta que él depende de ti. Es, sin duda, lo mejor de este embarazo y sobretodo darte cuenta de que de un día para otro, ya casi dejas de verte los pies.
Lo malo no lo voy a escribir, pero también hay mucho de eso. Todo depende de cada embarazo, a mi me ha tocado sufrir en primera persona muchos malestares y todavía aún acarreo algunos de esos síntomas. Aún asi, todo se va difuminando en el momento en que lo visualizas, y especialmente, cuando comienzas a sentirlo.
Solo quería hacer un parón en mi blog para mostraros mi barriguita. He de decir que han pasado casi 3 semanas desde esa foto y que podéis imaginarme con un poquito más de ella. Pero la cara de felicidad es la misma. No cambia.
Y cada día va aumentando.