He tardado demasiado tiempo en subir esta entrada, pero ya, en mi recta final de embarazo, la verdad es que me han faltado fuerzas, que no ganas, para escribiros un poco sobre esta especial fiesta que nunca olvidaré y ha marcado mi verano.
Que te preparen una fiesta, ya de por si, hace ilusión, pero que te la preparé tu hermana, aquella con la que siempre discutes y a la vez te desahogas, no tiene precio. Como fotógrafa que soy y asidua a leer blogs de otras personas, especialmente fotógrafos, siempre me había fijado en esas fiestas con esas mesas tan bien decoradas en lugares idílicos. El ojo se me va siempre en las fotos que podría haber hecho, en que realmente me gustaría traspasar la pantalla y estar allí, una horita, y disfrutar ese momento.
Pues resulta que mi hermana Raquel y mi cuñado Victor, con la ayuda de mi madre, estuvieron a escondidas preparando con una antelación de 2 meses, esta fiesta tan bonita y emotiva dedicada a una de las personas que más deseamos ver este año 2015. El pequeño Nico.
El 15 de agosto llegamos a casa por la tarde después de haber pasado parte del día con nuestros amigos Pep y Yolanda que, como era de esperar, estaban metidos en esta sorpresa hasta el fondo. Nos fuimos a pasar el día a San Telmo. Justo fue el primer día lluvioso y fresco de todo el verano. No sabéis lo que disfruté de por sí ese bendito día, pero ni imaginábamos lo que nos esperaba a la vuelta a casa.
La verdad es que a la vuelta yo estaba demasiado cansada, de hecho, no paraba de decirle a Oscar que tenía muchas ganas de pegarme una ducha bien caliente, ponerme cómoda y tirarme al sofá hasta el lunes. Esos eran mis planes. Y a mi me sonaban a gloria.
Pero cuando entramos en casa y vimos que la puerta de la cocina estaba cerrada, me extrañé enormemente pero sin llegar a intuir nada. Justo había dejado colocada una silla al lado de la puerta para que la corriente no la cerrase y nuestra gata Mia pudiera ir a comer. Fueron unos segundos de rareza que dejé pasar.
Pero al llegar al salón, madre mía! no os puedo explicar bien lo que sentí en ese momento. Nos quedamos en blanco, de mirar a la izquierda y ver esas mesas y esas cosas tan bonitas colocadas como si de una revista de Laura Ashley se tratara y luego mirar para la derecha y ver la cara de mis familiares y amigos más íntimos con una sonrisa en la boca gritando «¡¡sorpresa!!»
Se me paró el corazón y luego vino la emoción y el lloro.
Creía que eso no era para mí. De repente estaba en una de esas escenas que tanto había visto en blogs de otros, pero con la diferencia de que era mi casa, era mi gente. Era nuestra.
Quería ser capaz de expresar de un modo profundo y real lo que sentí, las palabras no me salen, incluso sobran.
Nos sentimos queridos, emocionados. Comprendí que no solo era un mensaje para Nico, si no que mi hermana en realidad, quería mandarme un mensaje a mí. De apoyo, amor, de olvidar esos malentendidos y que supiera que si me escucha, que si se preocupa, que me quiere. Eso ya lo sabía, pero fue algo más que una fiesta, fue una demostración de muchas cosas que nunca olvidaré.
Gracias a mi hermana, jeje, te quiero! y mi cuñado que fueron los artífices de esta fiesta que quedó tan pero tan perfecta y que en un futuro mostraremos a Nico. Os quiero mucho a los dos. Que suerte tiene Nico de tener como tíos a personas tan especiales. A mi madre, que después de trabajar, se metió también en la cocina a preparar cosas tan ricas! Y gracias a los que vinisteis. Mi hermano pequeño Carlos y Caty (en breve darán el sí quiero), papá, los padres de Oscar y la tía Rosario, mi tía Laura, Eva y Javi, Yolanda y Pep. Para mí los que teníais que ser. La gente que sé que me quiere y sabía lo feliz que me haría algo así. Cuánto sentimiento bonito me regalasteis.
Sentí mucho amor.
Indescriptible.
Pd. mi idea era subir esta entrada con todas las fotos que hice. En este caso me faltan todas las fotografías analógicas que pude disparar. Pero creo que el revelado de ese carrete no llegará a mis manos hasta dentro de unos meses. Intentaré que no sean demasiado 🙂
Las fotos que hice con el móvil 🙂
Uno de los detalles más bonitos de ese día. El árbol de los deseos donde cada invitado escribía un deseo para Nico y luego lo colgaba a las ramas. Una vez escritos todos, y en la intimidad, Oscar y yo leímos cada uno y lo metimos en una cajita de recuerdo.
Cuántas cosas bonitas deseastéis al pequeño. Gracias, nos emocionastéis.
Los futuros papis que más contentos no podían estar.
Y los auténticos protagonistas, los que nos prepararon todo:
Raquel y Victor
Que fotos mas bonitas y que momento maravilloso, pude compartir con vosotros. Estoy deseando ver a Nico y compartir todo este amor con él. Os quiero.
Me encanta!! Os quiero
Unos momentos preciosos Lorena! Las fotos enamoran