Escuchar «elephant» de Damien Rice es de repente hacer una purga de tus sentimientos. Aquéllos que has estado reprimiendo todo este tiempo.
Añoro Septiembre. Se presenta caótico, pero es mi comienzo de año. Aquél que no sucede en Enero.
Septiembre me trae nuevos aires e ilusiones.
Es el comienzo de muchas cosas.
Entre ellas, Nico celebra 3 años de vida y empieza el cole. Me parece increíble que el tiempo haya pasado tan rápido. Hace nada gateaba por toda la casa, empezaba con nervios su primer día de guardería y en breve comenzará una etapa que será larga, le ayudará a forjar una personalidad. Vivirá experiencias increíbles.
Recuerdo con tanta nitidez mi etapa escolar, que solo de pensarlo me emociona.
Quiero y deseo que él lo viva con esa misma ilusión. Quiero que sepa que no estará solo. Que lo apoyaremos en cualquier cambio. Que allí será feliz. Que le romperán el corazón cuando un amigo decida no hablarle, pero que todo pasará. Todo.
Me emociona estar a su lado en la preparación, en su primer día, en esas primeras noches donde le cueste dormirse por los nervios.
Desde que soy madre, me he debatido en muchísimas ocasiones en la duda de saber qué somos primero: ¿mujeres, profesionales, madres?. Creo que somos una mezcla de todo ello. Pero que luego priorices por un perfil en concreto depende de la idea en la que concibes la vida. Y para mi lo más importante siempre fue la de construir un hogar estable donde sentirse seguro, libre, a la par que creativo.
Para mi el núcleo familiar es mucho más importante que el profesional. Así que puedo permitirme decir que ahora mismo me considero mujer, persona, pero sobretodo mamá. Estoy encantada de serlo. De ti depende un ser humano y creo que no hay tarea más ambiciosa e importante que ésa. La de formar, educar en valores, apoyar a un ser humano.
La carrera profesional puede retomarse, algunas veces con más dificultad, pero se puede retomar más adelante. La vida de un ser humano no entiende de esperas. Los vacíos que puedas ocasionar, provocarán mella en la personalidad, en la forma de sentir de una persona. Crecen tan rápido…
Termino Agosto cansada. No fisicamente, pero si mentalmente. Muy cansada porque no he dejado ni un solo día en barajar varias ideas sobre mi futuro. Por cierto, le recordaré que crecer es muchas veces un asco, que las cosas no tienen porque verse más claras a medida que crecemos, sino que no habrá mayor nitidez mental, energía y ganas de comerse el mundo que cuando sea niño. Qué explote en su niñez.
Añoro despertarme junto a Nico. Oler su piel, añoro sentir de forma más consciente y no a trompicones esa sensación. Y escuchar nítidamente el sonido de la cafetera que recién burbujea y está lista. Las risas, la respiración profunda de tu hijo cuando se duerme en tus brazos. Los pequeños momentos de los que se compone la vida. Y que desgraciadamente pasan y depende de uno mismo haberlas vivido de una forma más consciente.
Estoy agradecida por todo lo vivido los últimos meses. He abierto mi mente a nuevas posibilidades que también me emocionan, me ha llenado de una vitalidad interior difícil de explicar, me está dando más seguridad. La fotografía queda ya descartada en mis planes profesionales. Estoy demasiado bien sin ella. Ahora la disfruto. Y pese a que las cosas se puedan poner feas, no es el plan B. Ahora ya no.
Afronto este Sábado con un poco de ansiedad, mucha música, una larga siesta con mis chicos, algo de limpieza, nostalgia. Y atreviéndome a escribiros unas palabras en mi blog que no he frecuentando demasiado en Verano. Cuando estás ocupada o bloqueada, las palabras no salen. Cuando eso sucede la mejor aliada es la paciencia y esperar.
Siento la larga espera.
En breve llegará Septiembre y de forma natural, las cosas se irán recomponiendo.
A veces necesitamos el silencio mental
para que aparezcan las respuestas.