Una de las ventajas de salir a celebrar a un hotel tu Aniversario en pleno Febrero, tiene ésto. Que se presenten casos como el nuestro en el que los pocos huéspedes que había se marchaban para quedarnos a solas con todo el hotel y especialmente, el de poder despertarte a la hora que quieras. Poder elegir el mejor rincón para degustar tu desayuno, además de que tuvimos a Marta, nuestra mágnifica guia que además pudo prepararnos con mucho cariño los desayunos que degustábamos y con el que nos deleitábamos. Algo así como lo mejor del día. Nuestros desayunos se mezclaban con alguna visita a la cocina para conversar con Marta, los sonidos de la lluvia caer, la chimenea puesta y nuestros constantes «mmm», mmm, madre mía, qué rico».
