Lo cierto es que hace mucho que no hago lasaña de carne. Era un plato que cocinaba, sino era cada semana, cada dos semanas. Últimamente cocino la lasaña con champiñones y espinacas. Muy rica y saludable. Creo que el secreto está en la bechamel. Me encanta! bueno, miento, en este caso, en el sofrito que acompañará la carne. La mezcla de tomate natural con cebolla finamente picada, el ajo triturado con un buen aceite de oliva y como no, el chorrito indispensable de vino tinto.
La lasaña de carne tiene tantas versiones. Al final, después de probar muchas y liarme la cabeza con otras tantas, decidí hacer una sencilla y que me gustase. Al final el resultado es este.
LASAÑA DE CARNE
Ingredientes:
– Medio kilo de carne picada
– 2 tomates naturales pelados
– Media cebolla
– Un chorrito de vino tinto
– 1 zanahoria grande
– Dos ajitos
– Una paquete de placas para lasaña
– Aceite, sal y pimienta
– Queso emmental para gratinar
Para la bechamel:
– Harina
– Leche
– Mantequilla
– Nuez moscada
– Sal
Preparación:
Primero de todo calentamos un poquito de aceite en una sartén. Trituramos los dos ajos, yo utilizo un prensador de ajos. Es muy cómodo y al final todos los platos tienen ese sabor tan particular pero sin encontrarte trozos incómodos en el paladar ( a no ser que te encanten los ajos!!) Cuando el aceite tenga un olor rico, vertemos la zanahoria que previamente habremos cortado en trocitos muy pequeñitos y finos. Salteamos unos minutitos y le echamos la media cebolla que también estará picada finamente. Por último echamos los dos tomates naturales que habremos pasado por el rallador. Salpimentamos, le damos unas vueltecitas y apartamos toda la mezcla en un bol.
En la misma sartén echamos un buen chorreon de aceite de oliva y vertemos la carne picada. Salpimentamos al gusto y lo dejamos unos minutitos hasta que veamos que la carne está prácticamente hecha. Cuando encontremos que está en su punto, yo siempre le echo un buen chorrito de vino tinto. Mezclamos hasta que se haya evaporado.
Una vez tengamos la carne lista, vertemos toda la mezcla anterior a la sartén y con el fuego bajo-medio, mezclamos todos los ingredientes para que cojan todo el sabor.
Apagamos el fuego. ( algunas veces, la verdad es que no demasiado, añado dos cucharadas colmadas de paté de hígado a toda la salsa. Le da un sabor muy bueno, pero insisto, normalmente no lo hago).
El siguiente paso es hervir agua en una olla profunda. Y cuando comience a hervir, echar uno a uno y lentamente las placas de lasaña para así evitar que se peguen unas a otras.
Una vez en su punto, colamos y les pasamos agua fría para que se vayan despegando.
El último paso que hago siempre es la de hacer la bechamel. Calentamos un poquito de mantequilla, echamos dos cucharadas de harina, luego leche. No paramos de mezclar ya que la salsa se espesa enseguida. Le vamos echando leche según la consistencia que queramos que nuestra bechamel posea. Espolvoreamos nuez moscada, sal y pimienta.
Untamos una bandeja con mantequilla o aceite. Ponemos una base de placas de lasaña, luego vertemos toda la salsa y por último otra capa de lasaña. Encima de ella ponemos una generosa capa de bechamel y por último espolvoreamos toda la bandeja con queso emmental rallado.
Metemos dentro del horno que habremos calentado anteriormente. A 180 grados durante 1o minutos, o cuando veamos que la parte de arriba se haya gratinado por completo.
Sacar y servir!