Fotografías de Septiembre, 2oo8.
Estoy agradecida por poder observar escenas cotidianas de mi pasado a través de estas fotografías. Me enseña el punto de partida, mis inicios en la fotografía, mi progresión con mi cámara analógica, ese crecimiento íntimo y personal que viví.
Ahora estoy aquí. En un presente que será pasado una vez acabe de teclear estas líneas, aunque no igual.
De mi antigua persona he perdido esa especie de ilusión inagotable por fotografiar todo lo que veían mis ojos. Ahora son menos cosas. Será porque con echar un vistazo puedo vislumbrar el resultado. Y éste, ya no me parece tan bello. Esto no es a causa de ninguna tristeza o apatía, sino que me suena más a madurez. Y esa madurez viene de la mano con el hecho de que una empieza a sentir pausado, no sólo su mundo, sino también su interior (es obvio, las prioridades cambian). Tengo aparcada la fotografía analógica por varios motivos, el principal, el económico. Una intenta sobrevivir en lo que le gusta y para ello tiene que buscar alternativas. Y fotografiar como antaño ahora mismo no es algo que pueda permitirme. Demasiados viajes a la ciudad, aparcamientos, costes de los carretes… Necesitaba hacer ese parón para ponerme las pilas con la fotografía digital. Siempre renunciando a ella, siempre dándole la espalda. Creo que no se lo merecía. Actualmente tengo una relación de amistad con ella. Y va por muy buen camino…
Echo de menos la fotografía analógica, pero he aprendido a mirar el mundo de otra manera. Todos tienen cabida. Lo importante es hacer las cosas con cariño y dedicación. Y una vez le coges el truquillo, uno empieza a ver su esencia en otro formato…
En fin, que empezaré a desempolvar mi vieja Minolta cuando pasen cosas importantes como cuando me convierta en madre o acuda a la boda de alguno de mis hermanos o visite el pueblo de niñez de mi padre.
No sé… Quizás no haya que esperar mucho para tantas cosas… O si, mejor no pensar.
Y vivir.
No dejar de vivir.
Como cuidas todos los detalles!! del día a día…
Eres una maestra en saber sacar la belleza de «las pequeñas cosas»
En algunas de tus fotos hasta me viene el olor, y en otras el silencio.
No te digo más que luego dices que solo veo virtudes!!! Si supieras le fama de «crítica» que tengo… pero cuando encuentro belleza, también hay que decirlo!!!
A seguir!!
Qué decirte a ti, Pepa…
Qué muchas gracias por estar aquí, siempre. Por quererme y valorarme tanto desde la lejanía.
Un fuerte abrazo!
Llevo varios meses siguiendo tu blog y un poco todo lo que publicas y espero seguir haciéndolo. Me parecen increíbles tu pueblo y tus fotos, también tu gatita.
También opino que las cosas están bien siempre y cuando tú creas que están bien para ti. Sigue adelante y seguro que hay mucha gente que te lee pero no comenta.