Subida al Castillo de Alaró.
Algo cansados, pero maravillados de tan preciosas vistas y de estar en contacto con la naturaleza, bajamos al restaurante para comer típica comida mallorquina. Para picar pan con ali oli y aceitunas y frito mallorquin. Y de plato principal un delicioso arrós brut con una botella de vino de la casa.
Con el estómago lleno y las energías repuestas, decidimos pasar la tarde visitando Orient y acabando la ruta en el pueblo de Valldemossa (de este último lugar no hice fotos)
Un domingo magnífico! Y con una compañía inmejorable…
Próximo destino? Ya lo veréis…
Me encantan!!!
Qué bonito recuerdo!!!
Quiero repetir…
Las fotos te han quedado preciosas, como siempre.
Hola Lorena! bello paseo (no lo conozco! tengo que ir! vives en Mallorca?)
y fotos preciosas tienes aqui. Acabo de descubrir tu blog y me pregunto como es posible que no lo haya visto antes…