Enero está llegando a su fin. No me gustan los comienzos ni los finales de año. Me ponen triste y quiero que pasen lo antes posible. Parece mentira, pero echo de menos la primavera. Los almendros están floreciendo, me alegra verlos. Este enero ha pasado de puntillas. Algo de bajón, comienzo de unas clases de yoga para que me ayude a relajarme en situaciones de desequilibrio, mismas recetas y pocas fotos, salvo una sesión fotográfica. Tengo cámara nueva y sin embargo, poco queda de mi obsesión con la cámara para llevarla a todos lados.Es posible que haya madurado y que con ese proceso, hayan cambiado mis prioridades?
No lo sé.
Este domingo iremos de excursión con unos buenos amigos al Castillo de Alaró. Fui hace tiempo, tanto que ni lo recuerdo. Pasaremos buenos momentos, intentaré capturarlos con mi cámara, estaremos en contacto con la naturaleza, comeremos rico y reiremos y charlaremos un buen rato. Qué mejor manera de dar por finalizado mi temido Enero?
Creo que no puedo pedir más.
Por cierto, llevo mucho tiempo reflexionando sobre mi estancia en facebook y en lo poco que me aporta personalmente. Necesito vuestro consejo. Facebook si o facebook no?
Cuando encontráis a alguien que os gusta, os parece más cómodo seguirle a través de facebook, o bien preferís visitar su blog o su portfolio?
En mi caso, soy una férrea asidua de los blogs. Me hacen sentir como en mi propia casa, es como encontrar cobijo después de un día ajetreado en tu vida diaria. Y me relajan, me inspiran, me sacan una sonrisa (o varias, sobretodo sonrisas interiores, las del alma). Personalmente no utilizo facebook para seguir a nadie puesto que está en continuo movimiento y yo soy más de estar en un lugar fijo, a mi ritmo. Pero es cierto que accedes a más personas. Logras que tu trabajo sea más conocido. Mi duda es que no sé si realmente es lo que quiero. Me refiero, creo que la gente que quiera seguirme ya sabe de sobra donde me encuentro.
Gracias! ( dos entradas seguidas… habrá que celebrarlo!)