Vivo mi vida, parando por el camino de vez en cuando, menos del que me gustaría, y cuando lo hago, cuando decido sentarme frente al ordenador, unos minutos, como el de ahora, es en estos momentos cuando me encuentro con pequeñas alegrías que logran recomponer mi triste y a veces confundido corazón, para llenarlo completamente. Insuflarle una energía que pocas veces he conseguido tener por mí misma.
Suelo prometerme agradecer estas pequeñas demostraciones, y casi siempre, acabo olvidándolo. Bien por el estrés, bien porque me encuentro en un momento de mi vida perdida, en la que mi corazón me pide luchar por la fotografía, pero el día a día me recuerda que necesito hacer otras cosas más serías, menos creativas.
Os quiero agradecer uno a uno estas demostraciones. Bien en forma de comentario sorpresa en mi blog (si, todavía sigo creyendo que casi nadie lo lee), bien porque ha decidido hacerme una mención en su blog, por aquellos que simplemente me dicen que les encanta mi fotografía, aunque sólo quieren saber qué cámara analógica empleo, otros que decidieron ayudarme comprando alguno de mis libros o fotografías…
Me da lo mismo. Todos contáis. Nunca dejo de sorprenderme y es en estos momentos donde vuestras acciones dan respuesta a infinidad de conflictos que llevo cada día a la espalda. Me hacéis ver un poquito más nítido el camino.
En la adolescencia, tenía tal cantidad de pensamientos que necesitaba expresar , que un día y sin venir a cuento, esos pensamientos se amontonaron, se desligaron y empezaron a flotar y a rebosar en forma de palabras, incluso letras. Muchas de ellas dejaron de tener conexión, había tardado tanto tiempo en decidirme a escribir, que se cansaron de esperar. Y por ello a veces tengo la sensación de no haber explicado con total rotundidad o claridad ciertas ideas, ciertos pensamientos.
Mi maldita mania de postergar las cosas más importantes.
No quiero que vuelva a pasar lo mismo. No ahora.
Muchas gracias!
Gracias a ti Lorena,
por compartir tus hermosas fotografías y tus esperados escritos.
Por esa naturalidad con que expresas sentimientos, vivencias y emociones, en imágenes y palabras.
Por regalarnos tanta belleza.
Un abrazo,
Pepa
Alégrate! Te leemos, nos gusta lo que leemos, nos caes bien y nos gustan tus fotos 🙂
Aunque no siempre comente, aqui estoy siguiendote, enamorada de tus fotos!
Besos