He tenido que esperar 30 años para saborear lo que es un cumpleaños perfecto y una noche inolvidable.
Por primera vez en tantos años he tenido un cumpleaños calmado, relajado, lleno de risas, especiales momentos pero con esa madurez que todavía, hasta ahora, no había alcanzado.
El esfuerzo valió la pena y todas esas horas en la cocina tuvieron su fruto. Todo estaba riquísimo, los invitados vinieron con hambre y luego las anécdotas de cada uno hicieron el resto.
Si, si, al final chicos y chicas acabamos juntos pero no revueltos, nosotras en la terraza, ellos al otro lado del salón apoyados en la barandilla riendo y hablando de no sé qué historias.
Me gustó estar rodeada de las personas de siempre, de dos nuevas amigas que conocí este año durante los estudios y de la amistad que volví a retomar después de casi 8-9 años con mi gran amiga de la adolecencia.
No faltaron mojitos y velas.
Pero sobretodo buenas personas y un ambiente tan distendido que cualquier extraño se hubiera sentido como en su propia casa.
No podría empezar esta nueva década con tan buen pie.
Gracias!
pd: no tomé fotos, más que algunas con una nueva cámara que mi profesora de inglés me regaló. Pero tendré que esperar a acabar la película para ver si le he dado el uso que tocaba.
De todos modos, totalmente de acuerdo con alguna frase que leí en algún blog (no recuerdo bien si era el que descubrí hace poco «tiempo de la marmota», que decía algo así, como que hay muchos momentos en los que debes decidir: fotografiar el instante o vivirlo al 100%. Yo ayer decidí aparcar la cámara y vivir de forma privada todos aquellos buenos momentos. La memoria se encargará de recordármelo.
Eso espero.
Sí, fui yo la que lo escribí y eso es lo que hago cada vez más en momentos especiales… 🙂 Me alegro de que tuvieras un cumpleaños tan lindo, mi último cumpleaños también fue así de sencillo y feliz… 🙂
Fue una noche llena de encanto….perfecta!
me alegra verte por aquí 🙂