Ayer tomé la decisión de dejar Instagram.
En realidad era ya un secreto a voces, «una crónica de una muerte anunciada». Me sentí libre.
Hoy me siento aún más libre pero con ganas de asimilar todo.
Miedo y ganas de llorar por muchas emociones.
Pero antes de escribiros por aquí he decidido hacer la comida.
He pospuesto muchas comidas por las redes sociales.
Minutos que le robaba a este acto de cocinar y comer que me fascina y a otros tantos.
Me ha robado mucho, porque he dejado que lo hiciera.
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Hoy preparé unos fusilli al pesto con patata y judías verdes que tanto adoro y es mi receta estrella de cada verano (la receta la podéis encontrar en el apartado de recetas). Estoy hambrienta.
Hambrienta en el sentido de ganas de zamparme algo delicioso y así llenar mi estómago.
Y hambrienta por vivir.
Mientras os escribo, mi despacho huele a esencias varias, pero más concretamente a geranio de los últimos jabones que hice.
Si cuando comencé a interesarme por todo lo relacionado con zero waste hubiera pensado en verme a mi creando algunos productos que empecé a comprar a otras personas, me llamaría loca.
Pero este cambio en hábitos me ha enseñado muchas cosas, me ha hecho reflexionar sobre otras y me ha dejado al descubierto que sigo teniendo entusiasmo por crear. Qué da igual lo inservible que creías que tenias las neuronas. Que no, que de repente aparece algo que te descoloca, te auto motiva, te hace aprender, a volver a ser autodidacta, a leer, investigar. Porque si tengo algo claro del proyecto que empecé hace meses es sin duda que es posible. Y no dejo que mi cabeza y mis malas experiencias pasadas me digan lo contrario.
En estos momentos no dejo que nadie diga lo contrario.
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Volviendo a mi despedida en Instagram.
Quiero vivir y sentir mi vida de forma real. Y quiero ver como crecen y sienten mis personas reales.
Quiero creer que este blog es el origen de todo y me ayudará a tener ese impulso necesario para cuando llegue la hora y mi proyecto esté listo.
Dejo a personas buenas. A muchas a las que agradezco cada mensaje de cariño sincero. Pero sabemos que no es suficiente.
Instagram ha perdido el norte, su esencia, ha crecido demasiado. Y no me gusta cuando algo crece sin sentido y de forma descontrolada. Y durante estos años he ido decepcionándome pero jamás me atrevía a dar el paso final. Siempre eran desconexiones intermitentes. Pero vivía atada a ella. Porque sabía que como fotógrafa, parte de que no permaneciera en el olvido era esa red social.
Desconectabas, respirabas y seguías.
Las redes sociales quitan mucho tiempo de tu vida. Muchísimo. No me refiero a subir fotos, creo que perdemos más tiempo cogiendo el móvil y dándole con el dedo al scroll una y otra vez. Rara vez me emocionaba una foto y si lo hacía, intentaba buscar algo más allá de ella. Que su autor/a tuviera un pequeño blog, no sé, creo que buscaba a alguien que viniera de un lugar pequeñito como el mío y que siguiera conservando.
Esta mañana leí una frase que me impactó: «no permitas que tus ojos vean más la pantalla del móvil que a los ojos de la persona que no deja de mirarte»
Pensé en Nico. En todas esas miradas que quizás me dio y no devolví.
Me podría extender pero diría más de lo mismo.
Pero no le tengo miedo, me niego a vivir siempre pensando que no puedo, que después de instagram (en su momento facebook) ya no hay nada. Y los que venimos de hace muchos años, seguiremos siendo la nada.
Me niego a creer que todo tenga que hacerse de una manera.
Así que cierro un círculo.
Me centro en el presente, en Septiembre que me llena de alegría, en los 4 añitos de mi hijo, en seguir con mi proyecto y que veáis mis avances y como toma forma, en seguir fotografiando, mimando a este blog que tan mal he tratado.
Vivir sería la palabra.
Se cierra un círculo
y se abre otro.
Hola! Acabo de descubrir tu blog, y solo decirte que me encanta.
Instagram tiene sus cosas, la verdad, si que es cierto que nos enganchamos demasiado a ella. Pero bueno, de vez en cuando desconectarse no esta mal.
Un saludo
Cuanta razón, en todo.
Desconectar para volver a vivir y sentir los pequeños rituales y detalles del día a día con la dedicación que merecen.
Un abrazo enorme, Lorena <3
Un abrazo muy muy fuerte!!!
Muchísimas gracias, Marta
Un saludo!!!:-)